“Bad Boys: Ride or Die” no solo marca el regreso de Will Smith y Martin Lawrence como los intrépidos detectives Mike Lowrey y Marcus Burnett, sino que también establece un nuevo estándar para la franquicia, llevándola a territorios emocionalmente profundos mientras mantiene su esencia de acción desenfrenada.
Desde sus inicios en los años 90, la serie “Bad Boys” ha sido sinónimo de bromas ingeniosas, escenas de acción espectaculares y una química inigualable entre sus protagonistas. En esta cuarta entrega, dirigida por Adil El Arbi y Bilall Fallah, la saga se adentra aún más en el terreno de las complejidades emocionales y las relaciones familiares, sin perder un ápice de su estilo característico.
El guion de Chris Bremner y Will Beall aprovecha la madurez de los personajes para explorar nuevos conflictos y dimensiones emocionales. Will Smith, en particular, ofrece una interpretación más introspectiva de Mike Lowrey, mostrando un lado vulnerable y atormentado por eventos del pasado. Martin Lawrence, por su parte, brinda el contrapunto cómico necesario, pero también se le permite explorar facetas más serias de su personaje, especialmente a través de su arco de crecimiento espiritual tras enfrentar una experiencia cercana a la muerte.
La trama de “Ride or Die” se desenvuelve con giros inesperados que mantienen al espectador en vilo, desde una intrincada conspiración que implica corrupción policial hasta revelaciones sorprendentes sobre el pasado de los personajes principales. La inclusión de nuevos personajes, como el hijo de Mike, interpretado con intensidad por Jacob Scipio, añade capas adicionales a la narrativa y profundiza los lazos familiares que son el corazón de la película.
En cuanto a la dirección, Adil & Bilall demuestran un dominio impresionante del género de acción, entregando secuencias visualmente impactantes que rivalizan con las grandes producciones de Hollywood. Desde persecuciones vertiginosas por las calles de Miami hasta enfrentamientos explosivos, cada escena está coreografiada con precisión y energía, capturando la esencia del cine de acción moderno.
No obstante, “Bad Boys: Ride or Die” no es solo una sucesión de escenas de acción; también ofrece momentos de reflexión sobre la amistad, el perdón y la redención. La película equilibra hábilmente sus elementos de comedia y drama, creando una experiencia cinematográfica que resuena tanto emocional como visualmente.
“Bad Boys: Ride or Die” eleva la franquicia a nuevas alturas, combinando la nostalgia de sus raíces con una narrativa contemporánea y compleja. Con un elenco carismático, un guion inteligente y una dirección hábil, esta entrega no solo satisfará a los fanáticos de la acción, sino que también dejará una impresión duradera como un ejemplo audaz de cómo revitalizar una franquicia clásica para el público moderno.
Calificación: 3.8/5
“Bad Boys: Ride or Die” está programada para su estreno en cines el 6 de junio y promete ser una experiencia cinematográfica imperdible para los amantes del cine de acción y los seguidores de la franquicia.