Fast & Furious 12 busca reconectarse con los orígenes de la franquicia. Desde el estreno de The Fast and the Furious en 2001, la serie ha evolucionado significativamente, generando más de $7.5 mil millones en todo el mundo. A pesar de su éxito, el estudio planea cambiar el enfoque narrativo después de la undécima entrega, Fast X. En una reciente entrevista, Donna Langley, Presidenta de NBCUniversal Studio Group, insinuó un regreso a una historia más íntima y a nivel de calle, ambientada en Los Ángeles, alejándose de la acción de alto riesgo y a nivel mundial que ha caracterizado las películas recientes.
La franquicia comenzó como una historia de carreras callejeras y policías encubiertos, pero se transformó en una serie de acción de alto octanaje con Fast & Furious en 2009. Este giro culminó en películas como Fast Five, donde las acrobacias elaboradas tomaron el protagonismo. Sin embargo, las entregas recientes han visto una disminución en los ingresos, con Fast X ganando $715 millones con un presupuesto de $340 millones, muy por debajo del pico de la serie con Furious 7, que recaudó $1.5 mil millones. Los presupuestos crecientes y los beneficios menguantes sugieren la necesidad de recalibrar la serie de vuelta a sus raíces de carreras callejeras para recuperar la rentabilidad y resonancia con su audiencia principal.
Un regreso a Los Ángeles y un enfoque en las carreras callejeras podrían rejuvenecer la franquicia. Al reducir los costos de producción y enfatizar la cultura del automóvil sobre las acrobacias de gran presupuesto, Fast & Furious 12 podría recapturar la esencia que hizo que las primeras películas fueran amadas. Este cambio marcaría un movimiento estratégico para revitalizar la serie, basándola en los elementos que originalmente definieron su identidad y cautivaron a las audiencias.